LA PATASOLA
Tiene la figura de una mujer hermosa, sensual, de penetrante mirada y
agresiva actitud. Vive rodeada de culebras que semejan bejucos,
camuflada en lo más oscuro de la selva, atalayando a los hombres para
embrujarlos con su mirada, atraerlos hacia ella y satisfacer sus
apetitos sexuales.Dicen además, que era una mujer infiel a su esposo,
quien al encontrarla con otro hombre, le cortó una pierna y se la
entregó a su amante, luego la tomó, la llevó al centro de la selva y
allá la dejó abandonada para que muriera lentamente y pagara por su
infidelidad. Empero, el prodigio de la selva no le permitió morir, su
cuerpo sufrió varias mutaciones: perdió sus genitales, su única pierna
quedó convertida en las garras de un oso y sus manos se alargaron de una
forma grotesca. Como es de suponer, se dice que este personaje fue
inventado por los hombres celosos para asustar a sus esposas infieles,
infundirles terror y, al mismo tiempo, reconocer las bondades de la
selva.
Tomado del libro Mitos, Leyendas y Costumbres de los Andes Huilenses de Bolívar Sánchez Valencia.
LA MADRE MONTE
Es la reina de los bosques espesos. La describen como una mujer
corpulenta, elegante, vestida de hojas y musgo. A los hombres perversos
los castiga: los embolata en el monte y los pone a caminar durante
horas. Cuando se baña en la parte alta de los ríos siembra en ellos
enfermedades y plagas. El mito es conocido en Brasil, Argentina y
Paraguay con nombres como: Madreselva, Fantasma del monte y Madre de los
cerros. La Madre Monte persigue con saña a los que son dados a discutir
maliciosamente por linderos y que destruyen las alambradas de sus
vecinos y colindantes; es una asidua defensora de los limites correctos
de las propiedades. Castiga a los que roban, a quienes andan en
aventuras amorosas pervertidas y a los que osadamente invaden el corazón
de sus enmarañadas arboledas.Su influencia se manifiesta por una
especie de mareo o alucinación mediante la cual la víctima ve todos los
lados del monte idénticos lo que le hace imposible encontrar la salida.
Pocos han visto su imagen.
Dicen que para librarse de las acometidas de la Madremonte es
conveniente ir fumando un tabaco o con un bejuco de adorote amarrado a
la cintura. Es también conveniente llevar pepas de cavalonnga en el
bolsillo o una vara recién cortada de cordoncillo de guayacán; sirve así
mismo, para el caso, portar escapularios y medallas benditas o ir
rezando la oración de San Isidro Labrador, abogado de los montes y de
los aserríos.
Me parece interesante el mito de la pata sola
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